Un año después, el empresario antioqueño Diego Echavarría Misas escuchó uno de sus conciertos y, al reconocer su gran talento para la música, le ayudó económicamente para viajar al Conservatorio de la ciudad de Kansas en Estados Unidos. Vivió allí durante tres años y medio, en donde perfeccionó su técnica y sus destrezas de la mano del maestro Viktor Labunski, obteniendo, además, el Premio Naftzger de 1956.
A los diecisiete años abandonó el Conservatorio de Kansas para viajar a Viena y empezar sus estudios en la Academia de Música y Arte Dramático junto con el maestro Richard Hauser. En su estancia en el viejo continente obtuvo el Premio Elena Rombro-Stepanov y la Medalla de oro en la competencia mundial en Ginebra. Años después, en 1963, recibió el grado magna cum laude por parte de la Academia. A partir de ahí se dedicó a participar en concursos y a realizar giras y conciertos en ciudades como Varsovia, donde fue semifinalista en el Concurso Chopin –llegando a instancias finales junto con la reconocida pianista argentina Martha Argerich–, y Río de Janeiro donde ganó la Competencia Internacional en Interpretación. También obtuvo en 1966 el Premio a la mejor interpretación de música del siglo XIX del Concurso Van Cilburn y, un año más tarde, el Primer premio en el Concurso Internacional de Orense celebrado en España.
En 1969 ganó una beca de la OEA para seguir especializándose en Nueva York, específicamente en The Juilliard School of Music en compañía de los maestros Rosina Levinne y Martin Canin. En esa misma época empezó a desempeñarse como maestra de piano en Vassar College. Durante su estancia en EEUU fue jurado en importantes concursos de piano e invitada a dar clases magistrales en varios escenarios del país. También viajó a Europa, Asía y América en donde realizó recitales y conciertos junto con la Orquesta Sinfónica de Filadelfia, la Orquesta Sinfónica de Berlín, la Nueva Filarmónica de Londres, la Orquesta de Castilla y León, entre otras. Con las principales orquestas de Colombia se presentó en 1977 y en 1986 en las ciudades de Bogotá y Medellín, en donde interpretó el ciclo completo de sonatas y los cinco conciertos para piano de Ludwig Van Beethoven; realizó la misma proeza en el año 1999 en Vassar College.
Su regreso definitivo a Colombia se dio en el año 2005 cuando aceptó ser maestra de piano en la Universidad EAFIT de Medellín. Con más de 36 años de experiencia como concertista y docente, se vinculó a los programas de Pregrado y de Maestría en Música y, desde entonces, se ha dedicado a enseñar y a pulir el talento de muchos pianistas jóvenes colombianos. Debido a su extensa trayectoria artística y a su labor como maestra fue reconocida en el año 2013 con la distinción de Profesora Emérita de la Universidad, la primera en su historia. También ha sido reconocida con otras distinciones tales como la Estrella de Antioquia, la Medalla de Oro de la Alcaldía e Medellín, la Medalla Francisco de Paula Santander, la Orden de San Carlos y un Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad del Valle. Actualmente, Blanca Uribe vive en su finca llamada El Retiro.